En 1998 a través de la Editorial Dark Horse se publica la novela gráfica «300» del guionista y dibujante Frank Miller junto a la colista Lynn Varley. Es publicado en 5 entregas entre los meses de mayo y octubre .
Es una obra que desde el primer momento llama su atención tanto por la estructura de las páginas, siendo concebidas las páginas dobles como una sola plancha, la gran fuerza narrativa que acompaña el dibujo de toda la obra y la magia que desprende el color de la Sra. Lynn Varley.
Autores:
Hablar de Frank Miller es casi caer en lo reiterativo, pues se ha convertido en uno de los autores más influyentes y reconocidos de las últimas décadas,tanto por su peculiar estilo en el mundo de la viñeta y en la renovación de los recursos a la hora de narrar, como por las adaptaciones de algunas obras de éxito a la gran pantalla, que han hecho que su nombre y apellido sean conocidos por el gran público que es ajeno al mundo del cómic.
Su debut vino en 1979 en el número 27 de «Spectacular Spiderman», pero su nombre empezaría a sonar a partir de que en ese mismo año se le diera la oportunidad de hacerse cargo de una serie que estaba destinada al fracaso y a las bajas ventas. Esa obra no era otra que «Daredevil» en la que Miller se instalo a los guiones y al dibujo , subiendo las ventas y convirtiendo su estancia en la serie en una de las mejores etapas del personaje, y creando ( y ”matando”) a uno de sus personajes más icónicos Elektra.
En el año 1982 Miller cambia a DC para embarcarse en un proyecto muy personal en el que experimentaría con diferentes estilos influenciados por el Manga, del cual era muy seguidor, y de la escuela grafica europea de gente como Moebius. De esta experimentación surgiría «Ronin», una historia en la que mezclaría la temática de los Samuráis y la corriente de ciencia Ficción.
En 1986 vuelve a Marvel y a «Daredevil» para crear una obra que redefiniria por completo al personaje y crearía otra de sus obras más recordadas, esta vez en papel de guionista junto al gran dibujo de David Mazzuchelli. La obra de la que estamos hablando es “Daredevil: Born Again».
Tras su paso por Daredevil y en pleno estado de gracia Miller se atrevió con uno de los mayores iconos de DC, Batman, creando su ambiciosa obra que pasaría a convertirse en una de las mejores obras del Comic Book “Batman Dark Knight Returns” en la que nos mostraría a Batman en el futuro y su papel en ciudad Gotham. Continuó en DC y del mismo modo que renovó los orígenes de DD para Marvel, hizo lo propio con el Murciélago de DC en su «Batman Year One», reconstruyendo el origen de cómo un joven Bruce Wayne y un primerizo James Gordon llegan a forjarse en una ciudad difícil como Gotham.
Tras esto vendrían obras tan personales como «Daredevil Love and War» y «Elektra Assasins» junto al ilustrador Bill Sienckiewicz con quien seguiría experimentando a los guiones en el arte de narrar apoyándose en el característico estilo del dibujante y trabajando con los personajes que le dieron fama.
Y en 1990 con Miller al guión y al dibujo junto a Lynn Varley crea «Elektra Lives Again», tratando de crear la historia de Elektra definitiva, que queda fuera de la continuidad de Marvel, y demostrando que su personaje debería permanecer entre los muertos, tratando de dejar claro que su personaje no debería resucitar. Cosa que ocurrió años después sin poder evitarlo.
A todos estos trabajos les siguieron obras de menor fama como «Hard Boiled» o «Robocop vs Terminator» junto a Simonson, hasta que en el año 1991 publicaría la primera entrega de lo que se ha convertido en otra de sus obras más características. «Sin City», experimentando esta vez con el género negro y volviendo al dibujo con un estilo que se convertirá en algo recurrente y estandarte del estilo de Miller, jugando con las luces y sombras. Serie que continuaría en diversos volúmenes hasta el año 1999.
Destacaría de nuevo con «Daredevil :Man without Fear», llevando al comic Book un guión rechazado para una adaptación cinematográfica en el año 1993, y junto a Dave Gibbons nos traería los diversos títulos de «Martha Whasington», personaje del cual ha estado trabajando hasta el año 2007.
Pero la obra en la que nos queremos centrar y que destacó en el año 1998 no es otra que «300» junto a Lynn Varley.
Sería injusto no nombrar en el equipo creativo a Lynn Varley, ilustradora y más conocida, y reconocida por sus trabajos de colorista. La artista quien fuera mujer de Frank Miller hasta el año 2005 ha ido recolectado varios premios por su buen hacer en obras tan clásicas e icónicas como «Elektra Lives Again», «Dark Knight Returns» o la propia obra que nos ocupa «300», todas ellas guionizadas y dibujadas por su, en aquellos momentos, marido.
Orígenes y la Obra:
En palabras del propio autor “300” fue una obra Inspirada en la película el “León de Esparta” (título original “The 300 Spartans”) película de 1962 del director Rudolph Maté, película que sorprendió y marcó la infancia de Miller siendo niño, y que le hizo interesarse por esta batalla de la historia atraído por el sacrificio heroico al que se enfrentan estos guerreros espartanos.
La historia sucede alrededor del 480 a.C. , en el que se estaban librando las guerras Medicas (492-449 a.C.), los conflictos armados de los antiguos griegos contra el Imperio Persa, comenzadas cuando estos tratan de conquistar las ciudades Jonias Griegas en el Asia Menor .
Se originan revueltas en las ciudades Jonias, encabezadas por Mileto, y estas son apoyadas por Atenas y Erétria. Estas revueltas ocurren entre el 497-490 a.C. sin ningún éxito y en venganza en el año 490 a.C el emperador persa Darío decide enviar como castigo a la Grecia continental que apoyó estas revueltas. Esto comienza la primera Guerras Medica de las tres que formaran todo el conflicto.
Hasta aquí el rigor histórico, que será analizado más adelante.
La obra nos narra, exageradamente, una de las batallas, no la más importante, pero sí la más simbólica por tratarse de todo un ejemplo de valor, sacrificio y heroísmo. Hablamos de la “Batalla de las Termopilas” , de las 2ªs guerras Medicas , que dura 3 días, en la que Miller nos narra el esfuerzo del Rey Leónidas y sus 300 espartanos para frenar el paso del emperador Jerges I y sus numerosas tropas en el estrecho de las Termopilas.
Saltándose los datos históricos nos muestra en el comic la valentía de estos guerreros, y el modo en el que se crían y son educados los soldados Espartanos para la guerra. No faltan los mejores ingredientes de un comic bélico y de aventuras con épicas batallas, violencia, traiciones, pensamientos interiores y discursos heroicos y alentadores…
Miller en la grafica hace arte de su peculiar estilo en el que la sombra y la luz juegan un papel fundamental, otorgando una gran fuerza y atmosfera a las ilustraciones, como ya hiciera en su exitosa Sin City, acompañado esta vez de un color inmejorable que ha hecho que muchas de las escenas del comic queden impresas en nuestras retinas. Una paleta de colores apagados que se funden perfectamente con las sombras y los grandes retratos de muchedumbres de soldados en movimiento.
No podemos hablar de un comic con grandes dosis de textos, pero Miller puede alardear de que es un trabajo con una gran narrativa grafica que hace que cada imagen hable por si sola y explique en todo momento la acción que se desarrolla. Crea unas imágenes de un estilo cinematográfico que tan bien supo retratar Zack Snyder en el film basado en la novela gráfica años posteriores (2007).
Incoherencias Históricas
Como hemos dicho «300» es una obra que exagera los hechos históricos y aunque está basado en ellos se toma ciertas licencias a la hora de mostrarnos la batalla de las Termopilas, para hacerla más atractiva, épica e incluso con una serie de tintes Mitológicos.
Citaremos algunos ejemplos de estas licencias y las incoherencias históricas:
Lo primero que nos llama la atención es el número de las tropas tanto del bando Persa como de los “300” espartanos. Pese a que hay que basarse en textos históricos antiguos y que las diferentes referencias dan datos distintos se habla que eran alrededor de 200.000 persas, para nada la interminable cifra que nos da Miller. Y a los 300 espartanos que lucharon en las Termopilas hay que sumarle 700 tespios, 2120 arcadios, 1000 locrios, 400 tebanos, 400 corintios, 200 ciudadanos de hombres de Fliunte, 80 micenos y 1000 hoplitas focenses… según los historiadores las procedencias y cifras cambian, pero todos coinciden en que las fuerzas que frenaron el ejercito de Jerjes I, durante 7 días batallando solo 3 de ellos, estaba formado por alrededor de 7.000 hombres.
Otra curiosidad es que las tropas Persas pese a ser numerosas, eran tropas para nada preparadas y que estaban formadas en su mayoría por esclavos mal equipados, y para nada versados en la batalla. Cosa que hizo que el ejército Persa perdieran gran cantidad de hombres que eran usados como carnada para desgastar a las tropas griegas. Para nada es cierto que los persas atacaran con ánforas explosivas, puesto que la pólvora aunque traída por los persas a Europa no fue inventada por los chinos hasta el Siglo IX.
Son cantidad las licencias que se toma el autor en esta obra, por la cual le han llovido bastantes, y a mi parecer inmerecidas, críticas. Hay que recordar a los lectores que «300» no se nos presenta en ningún momento como un comic histórico, y que hay que tomárselo como un comic bélico y de puro entretenimiento.
No esperéis encontraros unas referencias históricas precisas, simplemente sentaos abrir la obra y disfrutar de la emoción que recorre sus páginas y la gran narrativa visual que desprende la obra.
Edición:
La edición original es publicada por Dark Horse en 5 Comic Books, pero al ir adquiriendo fama, prestigio y recolectando premios es recopilada para el mercado Europeo en un solo Álbum de formato apaisado adquiriendo la descripción de Novela Grafica.
Aquí en España ha sido publicada por Norma Editorial desde el año 2000 , llegando a ser un superventas, muy impulsado por el estreno de la película, y contar con 9 ediciones y una edición de lujo ,recientemente publicada , que recoge la obra en mayor tamaño (40×31 cm).
Conclusión:
Nos encontramos ante una obra, rápida, sencilla de leer sin más pretensiones que ofrecer una historia de acción heroica y una experimentación con el dibujo que continúe con lo ya experimentado en Sin City. Gracias a esta sencillez no nos será raro revisitar la obra cada cierto tiempo para deleitarnos con el estilo del mejor Frank Miller, y para muchos su última gran obra.
Altamente recomendable.
Daniel Brun
Tomos y Grapas 